froto mi lengua contra una superficie nueva, rugosa y escandalosa / y la palabra se hace agua en mi boca y chispa en el cuerpo/ ahí habito con mi sonido//
viernes, 30 de septiembre de 2011
martes, 6 de septiembre de 2011
Baraka
Misteriosa y perturbada
Suena esta tierra
Tumbas tumbas tumbas
Tumbo
Tumbadoras perturbadoras
como ecos de nieve en las alturas
Pronuncian mi nombre vacío
Frío del ahogo
Frío del agua
Biología desfondada
Misteriosa y perturbada
De seres rojos
Magníficos
Que salen de la noche
Donde la noche sale
Que salen de los templos
donde los dioses salen
A la luz de un niño dormido
al sonido de un canto antiguo
La gran vagina del mundo se abre
Para recibir las semillas trans
de animales que se inmolan
de jaula y hastío
Apoyada contra la pared
Se acurruca el hambre
Lejos de los ojos
Llenos de humo y desiertos
De metal y cemento
Canta calavera canta
Que solo el diablo escuchará tu canto
Donde quedó la dieta? En qué biblia del siglo 21?
Aguas como nubes
Relojes como gallinas
Misteriosa y perturbada
Como esta tierra
Tierra está dormida
Saltando llegaré a tocar un eclipse
jueves, 25 de agosto de 2011
miércoles, 10 de agosto de 2011
suena el hambre
Suena mi hambre
en esta habitación a prueba de ruido
Llama a la puerta
Con mi desolación bajo los brazos
Como la primavera en el vientre materno
Se come
Los sueños de una nueva tierra
Las cenizas de un país olvidado
Lo que no aprendí a amar
Se escurre debajo de la alfombra
Se escapa de mis párpados
Repite el hambre
En un bis profundo
Resuena el eco
En la quietud de la noche
Las estrellas marcan el ritmo
lunes, 6 de junio de 2011
lo que resuena bajo la lluvia
Me sacaron el abrigo del mar
ese tierno y cálido abrazo del mar
suave
eterno
dulce vaivén
del agua en el viento
me quitaron la caricia del mar
voluminosa
encendida y húmeda
como mi centro fértil
punzante y fría
como la memoria
me arrancaron la voz del mar
bulliciosa en la superficie
muda en el fondo
la arena se desliza en el fondo
en el fondo la arena se desliza
se desliza en el fondo la arena
se desquicia
la arena del tiempo
emerge
y es expulsada del vientre marino
se vuelve sal
luego gaviota
barco pesquero
lata de arvejas
cena sobre la mesa
donde ahora la madre se sienta
y piensa
en un bébé sin nombre
con la boca seca
y una lágrima
se diluye en el suelo
y se desliza
como la arena
en el fondo del mar
domingo, 24 de abril de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
jueves, 10 de marzo de 2011
Poesía en vivo domingo 13
martes, 8 de marzo de 2011
Día de la Mujer
En conmemoración a lo ocurrido el 8 de marzo de 1908 en una fábrica textil en Nueva York. No olvidar que no se trata de celebrar y seguir reproduciendo ese estereotipo de mujer que los medios masivos imponen y que la sociedad consume a través de personajes nefastos como Tinelli y otros.
Porque si bien no existe un día de la mujer puesto que lo son todos los días (porque la violencia de género es diaria, y porque repudiarla y tomar conciencia de nuestra identidad debería ser diaria) es cierto que es necesario rememorar lo ocurrido hace ya cien años para entender el conflicto de género y lo que esa lucha significa hoy.
No demos nada por sentado. No nos conformemos con una sonrisa y una flor enviada por el power point. Yo no me identifico con eso, ni con el langa que me dice feliz día y me regala un chocolate, y al día siguiente me deja subir antes al ascensor para mirarme el culo.
El día de la mujer es un día de reflexión por los derechos de la mujer, no de descuento en Alto Palermo y Carrefour.
No naturalicemos, construyamos nuevas formas de pensarnos.
No nos objetivemos, sujetémonos de nuestra identidad que es solo nuestra e irrepetible.
y al que no le gusta que se vaya a cagar
Dejo un texto de Interludio para compartir lo que yo me cuestiono en momentos de locura
saludos
¿Que pasa si nos quedamos sin ella?
Piensen en los niños
Piensen en la escuela
Piensen en la casa
Piensen en el amor
¿Qué pasa si nos quedamos sin el?
Piensen en el dinero para los niños
Piensen en el dinero para la escuela
Piensen en el dinero para la casa
Piensen en el dinero para el amor
¿Qué pasa si en vez de separar individuos entre los que pueden
reproducirse y los que no, los dividimos entre los que pueden
tocarse la nariz con la lengua y los que no?
¿Qué pasa si nos dividimos entre las que pueden hacer el puente
y las que no, en vez de dividir entre las que tienen orgasmos
tradicionales y las que no? ¿y qué es tradicional?
¿Qué pasa si los dividimos entre los que pueden hacer la vertical
y los que no, en vez de dividirlos entre los que la tienen grande y
los que no? ¿y qué es el tamaño?
¿Qué pasa si en vez de dividirnos entre los sujetos que tenemos
concha y los que no, nos dividiéramos entre los que tenemos pelo
corto y pelo largo?
¿Qué pasa si en vez de dividirnos por nuestro objeto de deseo nos
fijamos que somos solo sujetos?
Pobre arbitrariedad, no tiene la culpa
¿Qué pasa si nadie nunca más nos dice cómo se supone que
tenemos que ser?
Escucho alternativas
lunes, 7 de marzo de 2011
Amorfina
De noche y bajo la noche bajo tierra la estación se encuentra a media luz, y el tren que no sale. Bajo la superficie los topos se esconden y Lucía se mira en el reflejo de la ventana. El tren sigue firme en el andén. El guarda (topo) aún no anuncia la salida.
Lucía piensa. En su cabeza repasa los últimos detalles en que reparó previamente a salir de su casa.
Pensó que las medias no le ajustaban tanto y que con la falda por fin estaría cómoda. La blusa que incansablemente había buscado se la estrenaba, justo cuando creyó que ya no conseguiría el talle. Un tapado negro y abrigado encima, un peinado alto parecido a un rodete, y un poco de sombra en los párpados y a la calle.
Estaba contenta y nerviosa, era la primera vez que se encontraría con un hombre de esa manera, vestida así y maquillada como estaba; por momentos se sentía disfrazada, pero ya no había vuelta atrás, la decisión se había tomado y ella estaba contenta. Entonces se tomó el subte y encaró para el centro.
De vuelta en el andén, donde el tren espera para salir, un policía que pasa por ahí se queda mirando de refilón adentro de los vagones y se queda observando el reflejo que proyecta Lucía en la ventana. Ella no sabe pero la miran y su reflejo trata de esconderse (como los topos).
Como cuando tenía doce años y los adultos le decían que lllorar era asunto de mujeres, ahora no sabía cómo reaccionar. ¿Tenía que taparse, sonreír, devolver la mirada, o simplemente ignorar? Pero no había nadie a quién preguntarle...y desapareció su reflejo de la ventana, avergonzado y sin curiosidad de amor.
La noche se vestía de luz y maquillaje, la música de las disquerías de la avenida Corrientes era el fondo perfecto para el encuentro, en la esquina donde habían quedado el día anterior. Esquina que redescubría después de muchos años, cuando sus ojos veían de otra manera, cuando su cuerpo sentía distinto y caminar era otra cosa. Ahora las miradas la penetraban como nunca antes, como si fuese la primera vez que salía al mundo.
Se sintió sola y vigilada. (Los que duermen se retuercen en sus camas cómodas cuando apenas detectan una pesadilla. Y ella era una pesadilla para el confort y las buenas costumbres).
La esquina en cuestión estaba vacía. Lucía esperó y esperó bajo una llovizna precoz que recién se disponía a caer. No tenía paraguas así que permaneció bajo el toldo de un maxikiosco y se prendió un cigarrillo para soportar la tediosa espera. Y él no aparecía. Pasaron los minutos y con los minutos, las horas, y ...nada...nadie.
Él ya era el recuerdo de una voz en el teléfono.
Decepcionada, pero aún no vencida, decidió meterse en un cine y mirar una película, cualquiera. La que proyectaran en ese momento.
Veinte minutos la soportó, veinte minutos que fueron veinte horas tratando de entender. Sólo entender, pero la reflexión es una actividad complicada a esas horas de la noche, en ese espacio oscuro, entre gente sin rostro y deseos sin cuerpo.
(¿Por qué tenía que estar aguantando y resistiendo lo insoportable del amor? Esa fracción ridícula y molesta del amor, molesta como una piedra en el zapato. Molesta como el sonido de una gota de agua al caer desde una canilla mal cerrada. Un sonido contínuo, insidioso, lento, lastimoso).
Lucía piensa. Las imágenes que tiene enfrente son sólo imágenes. El pasado es una estrella lejana de otra vida, ya no la aqueja, pero el futuro la asusta. Piensa. Las cosas que dice y piensa ya fueron dichas y pensadas por otras personas antes que ella, y las seguirán perpetuando personas por venir. No tiene sentido nada que decir, nada que pensar. No hay futuro.
Lucía sabe que no puede tener hijos y recuerda: un momento en la tarde de un día, jugando a la pelota con los pibes del barrio. Ahora ellos tienen sus propios hijos, pero ella no los conoce. ¿Se volverían a juntar alguna vez?
Salió del cine casi corriendo, unos chicos que la vieron empezaron a reírse tratando de disimular las carcajadas.
Se metió en un bar enfrente de la esquina del desencuentro, y pidió un café. Se quedó ahí un buen rato mirando ese espacio vacío entre el maxikiosco y la disquería. Ese pequeño espacio que para ella era un mundo, un mundo de posibilidades infinitas que le ofrecía una nueva perspectiva, una nueva sensación y una nueva experiencia. Pero no había nada ahí, más que asfalto mojado y colillas aplastadas.
Mientras su mirada perpleja se proyecta en la ventana, su cabeza teje y desteje suposiciones, hipótesis, conjeturas...y siente cómo se le va escurriendo el deseo entre sus piernas. Primero se desliza por sus muslos, resbala hasta las rodillas y luego rueda hasta los pies para fluir por el suelo del bar y darse a la fuga.
Decide que ya no quiere esperar para amar, o ser amada, es igual. Su cuerpo le reclama deseo y verdad. Y su verdad es que ya no puede esperar.
Sale a la calle, entera y estirada. Es muy alta, imponente. Piernas muy largas y manos muy grandes.
Los hombres la miran entre asustados y marvillados. Las mujeres prefieren no mirarla, y los chiquilines no le sacan la mirada de encima.
Lucía sabe y se prende otro cigarrillo. No más topos.
lunes, 14 de febrero de 2011
mermelada de frutillas con limon
Rojo profundo
como la sangre profunda
dulce
como tu piel dulce
miel que corre por mis piernas
se mete
se expande
y rompe
en mil semillas
de limón
domingo, 13 de febrero de 2011
Interludio
Interludio o cómo matar el tiempo de a ratos
martes, 4 de enero de 2011
Desvariación VI
Por ahora solo quiero esperarte, que cruces ese puente y vuelvas conmigo. No puedo seguir preguntándome de dónde vengo y hacia dónde voy sin vos a mi lado. Me pesa la existencia en cada paso que doy, y como te dije antes solo puedo continuar con mi continuidad si te continúas en mí. Hay un antes y después de nosotros, es cierto. El mundo va a seguir siendo mundo y la vida, vida. Pero el durante, el instante es solo nuestro, y no le pertenece al mundo ni a la vida. Nuestro tiempo es presente, es verdad infinita. Mientras haya aliento en mi boca y hormigas en mi cuerpo podré decir que el tiempo es solo mío, vos concentrate en volver que del resto me encargo yo.