esto que tengo acá
se hace pedazos
vibra
en la piel
se torbellina
en la sangre
se completa
en mi carne
froto mi lengua contra una superficie nueva, rugosa y escandalosa / y la palabra se hace agua en mi boca y chispa en el cuerpo/ ahí habito con mi sonido//
esto que tengo acá
se hace pedazos
vibra
en la piel
se torbellina
en la sangre
se completa
en mi carne
A veces sólo se necesita una palabra. Una palabra y nada más. Yo poseo miles y ninguna me sirve. Tantos diccionarios, literatura y enciclopedias para que ahora, cuando escribo, no me salga ni una.
De la vida busco la expresión, incoherente tal vez, que me detone por dentro. La siento, si. La palpo con la punta de la lengua, pero no se atreve a unirse conmigo.
Empecinándome, empiezo a empezar y puedo percibir tu voz, como de lejos. Me dice cosas. Decís palabras. Frases. No. Es una canción.
Nos regalaron un instante y lo desaprovechamos hablando. Nos dieron otra oportunidad y nunca supe qué pasó. Pero la felicidad es no darse cuenta. Escuché. Y no me preocupé.
-¿me seguís?-
-te sigo.-
me fui de vacaciones a tu boca una vez (siempre) y olvidé lo que iba a buscar.
Pero yo empecé hablando de otra cosa y terminé hablando de vos.
Es que te enredás. Ahí. Te camuflás de tinta..
Entonces entendí que el silencio también es hermoso.
Y me llaman loca
Pero mi cuerpo existe
Lo toco y lo entiendo
Pero tu lengua no
Apenas sobrevive en la traducción
algún día podré decir que es mío
Pero sigo siendo loca
pasos se vuelven juicios
besos sin ganas
y manos sin permiso
ahí pasando el puente y más allá
la luna no quiere mirarme a los ojos
y no dice nada
el tren pasa
una nena ojada de silencio
mira
Las vías mismas de extinción
En el espejo la figura inmortal del destino
Trunco destino de conjuros y magia
Muerte predeterminada y la
Locura
No falla
Siempre la locura
ahí
Y me llaman loca
Si tu fuste se clava en mi cuerpo
Como bandera en tierra usurpada
Grito
Ni mi piel ni mis palabras son mías
¿De quién?
Rota de deseo y amor
Partida en tu cuerpo
De carnicero trajeado
Te muestro los dientes
Para volver siempre una y otra vez
De nuevo y de vuelta una vez más
A esos muebles soñados en mi niñez
Que ahora vibran en mis huesos
Como un reloj despertador
para atomizarme suavemente
lentamente solamente dulcemente
en mil pedazos de sombras
(¿Débil yo o la fuerza se mide
a tu medida?)
condenados pedazos que no hacen más
que tratar de abortar tu dominio
pero mi palabra será usada en mi contra
ya lo sé
pero mi locura es más fuerte
la existencia toda me penetra
en mi cuerpo ya de espuma
ya de hierro
y soy yunque esponjado
y soy
y el dolor sabe
y soy inflamablemente loca
porque mi historia muerde
(y también ladra)
y es capaz de extinguir
mi simiente
(¡oh pecado,
oh castigo
oh crimen,
vuelvan sus ojos a la libertad
y háganse cenizas!)
Si tu amor es imperceptible
¿dónde queda mi locura?
hay una grieta
no. mejor no
el secreto es vivir...¡silencio!
pero nadie me avisó
y tu voz es el horizonte
mi confín no te puede tocar
(el mar se revuelve)
SILENCIO
busco volver a la flor
y a la avispa
al beso
a la tierra
a arañar la
araña
la
a
Si no quise acompañarte fue porque no puedo dejar de pensar. Se me complica. Esta existencia me mortifica. Sabés. Esa noche, la lluvia. Mi soledad. Y no te pude ver, esa noche. Ya iba perdiendo los sentidos. Aunque esa canción me acerca a vos, por eso la escucho. Hoy también la escuché. Aunque sé que dije que no me gustaba.
Nuestros dioses no son los mismos. Lo hablamos por la compu. Te acordás? Un susurro virtual. Milagros modernos. Tiempos. La realidad la veo a través de un vidrio, esmerilado mundo.
Sabés que hoy leí en el diario que la ola de inseguridad llegó a las proporciones de un tsunami...y eso que no midieron la proporción de inseguridad que hay desde mi mano hasta la taza de café que estoy tomando, ¿cuál es el límite de la estadística?
Eso me pregunto
y un par de cosas más que no vienen al caso.
Y mañana?
Mañana es distinto, esto no lo voy a pensar. En realidad si, pero con otras palabras, así que no sé si sería lo mismo.
sangre de mí que no ha de correr
fluye en un río desaguado
allá donde no hay montañas ni mar
mi río
no tiene afluentes
ni canal
ni desembocadura
fluye eternamente
constantemente
en mis tripas
de carne, algodón y amor
madera y metal
roca y fuego
soy lo que llaman un espectro
espectro de quién?
de qué?
si me llaman soy
sino, no
pero mi sangre
de ahí surge la vida
la mía
la tuya
la de mi madre y padre
donde juegan mis hijos
donde se pudren
donde son barro e inmundicia
ya no vive
no sangra
Se me vuelve el tiempo
En ese rincón de mi memoria
Donde se curvan las fotos
Los besos
Los ruidos y tu voz
No los distingo ya
Como interferencia en esa distancia
En esa distancia astronómica
Entre la oscuridad y la conciencia
Se acúa la conciencia
En su propia humillación
Y es mar petrificado
De peces de cartón
Mi debilidad absoluta
Entre el cuerpo que duele
Amnesia de mí
Y tu amor
Que mora en mi sepulcro
Como un niño huérfano
No sabe quién lo dejó ahí
Lluvia y silencio
Grito y espanto
De tu piel desgarrada
En la tierra
Bajo la tierra
Sobre la tierra
Y una nota muda
Y una letra no dicha
Tu boca por el pez
muere
Golpeás la tierra. Llueve, y no hay otro lugar en el mundo. Quiero estar ahí. No te quedás quieto y te vas, corrés de al lado. Me das la mano. Pero no la quiero.
No es la primera vez que me decís eso. Hay un espacio entre los dos, como una grieta. No. una línea. Continuidad. Te gusta el movimiento del mar. A mi tambien. Pero más me gusta el sabor de la luna. Vos me decís: la tierra.
No, la luna. Cuántas veces querés que te lo diga. Y sos tan lindo...Que me alimenta, me vomita a la vida.
Y tenés una playa en la boca, una especie de sonrisa. Ahi estoy ahora, y mañana en tus pies. Y salimos a caminar, paseamos.
Pero ese dia golpeaste la tierra. Tan fuerte, que no te pude escuchar. Gritabas el silencio, y no pude oir...con lo que te gusta que yo oiga, que perciba los ruidos, perdón, los sonidos.
Y golpeaste y no te pude oir. No quise. Fue como esa tarde que me diste tu corazón, tan suavecito. No lo pude soltar, no quise.
Pero el espacio, la grieta, perdón, la línea. Vos decís: continuidad. Como en los sonidos.
Como en vos, digo.
Tu ruido me lo dijo. Tu sonido. Y no era un secreto, alto, el volumen me cantó. Me encantó.
Y esa música se metió por tus rulos, como hacen mis dedos cuando te aman.
Se metió en mis ojos, en mi centrode gravedad. Y no pudo salir.
Pero cuando golpeaste la tierra lo supe. Lo entendí.
Te ibas.
Te vas.
Te fuiste.
En tu vientre un zapato peludo perdió una piedra
en tu garganta un cálculo renal se apoderó de tu voz
y de tu mamá
como un pez que nada
se me escurre
no se me ocurre nada
si se acurruca sobre mi nodo
ya no sería un pez
y qué pasa?
Si no se me ocurre lo que hace el pez en el agua
¿entonces el pez también vive en mi garganta
como un cálculo renal?
Así mi boca muere por un pez atascado en mi garganta
y en mi vientre
solo está mi madre
tejiendo dichos y mates
en una tarde fria de invierno
es como eso
un barco navegando sin luces
en el mar de noche
va y viene
viene y va
agua que decanta
y me encanta
agua que se me hace la boca
la boca
de nuevo
se hace agua
y se choca con el pez
como dos amantes
de chocolate
serenamente ardientes
sobre un fuego verde
que no tienen nada para decir
y se escupen todo
como agua que va
hacia el rio
sonidos de agua y mar
se mueven
Podría empezar que por mis venas ya no corre sangre que morí una vez para no volver a ser que tiempo antes había ya perdido la percepción que no tengo memoria y mi amor se desangró en el camino quiero llorar y no me sale también las lágrimas me abandonaron tierra seca muerta agrietada descuajada extirpada de la libertad solo habita la unidad y la repetición ya no hay preguntas afirmaciones e imperaciones me tienen podrida mis hijos no saben nacer aquí yo tampoco les quiero enseñar meduelemeduelemeduele ¿Qué mas querés saber? Que no aprendí a morir y por eso sobrevivo en el espacio mi hermano se ríe y mi hermana sufre la vida doméstica no es para mí pero tampoco comprendo qué es para mí hombres tampoco quiero amor pero no todavía no sé la forma y no hay hombre que me pueda enseñar no se de alguna mujer y la curiosidad puede conmigo casi como un deseo ensordecedor o acaso la curiosidad no es deseo? Qué sabré yo si los años se alimentan de mí sin vomitarme siquiera quiero dormir pero la insoportable orgía de mis pensamientos no me deja en paz es como el llanto caprichoso de un bebé más un piano que no saben tocar más martillazos inútiles más bocinazos más la memoria más el futuro pero el sexo
todo lo puede aunque quien quiere tocar a una vieja como yo desinflada y arrugada como papel higiénico mojado mojada quiero estar por tu tacto y tu palabra pero ya no te caliento pero no te animás a decirlo cómo es te escondés en la semana y en el traje y ya ni te soportás tu cuerpo emana palabras de telemarketer y caricias de médico y apenas paso los cincuenta es que ya no soy digna del beso y la miel?
mi tiempo siempre fue nunca es y el tuyo es eterno vencedor que se construye a sangre y semen duele la penetración forzada en la tierra
hay algo que puedas hacer preguntás como cuando me ves lavar, cocinar, criar ya hiciste demasiado lo que mejor te sale a vos y tu clase propietarios de la palabra el origen y el fin y tengo que acomodarme cuando la cama no es cómoda se pudre en tu placer y en la concepción encadenadas a mi biología a la tierra al animal a la matriz sin forma ni acción pero la acción es mujer y allí comienza la vida
si quiero
viento soy
y deshojarte
despeinarte
llevarme las palabras
ahora
siempre
tal vez
viento
y volar
susurrarte invierno
viento de mar
y acompañar tu vaivén
viento de arena
y a tu piel pegarme
viento y silbarte
una canción
viento
ir y volver
viento
ir y volver
viento
ir y volver
viento
ir
Ayer me acosté y cerré los ojos. Me desperté y vi una escalera sobre el agua. Un río. No. El mar. Vos en la orilla mirando cómo subo la escalera. Pero no hay tope. Me saludás desde abajo. No te llego a ver bien.
Un pájaro-misil se zambulle, y cuando sale ya no es más un misil-pájaro. Soy yo.
Lentamente salgo del agua y me acerco adonde estás vos. Te doy la mano y juntos miramos el horizonte. Sonreís y yo sonrío a tu tiempo.
Damos un paso y logramos pisar el horizonte (esa línea). Es blando y mullido, como una ameba. Nos dan ganas de dormir ahí, en forma de semilla.
Me despierto. Esa imagen desaparece. Estalla.
Estamos los dos en la cama. Hace frío. Me tapás. Entre los dos, la rayuela.
-¿café con leche?-
-si, dale.-
y nuestras cabezas como pájaros.
No hay destino que aguante
No more
Ahora nos espera la ciudad
Y su humor, su humo, su amor
Sus peatones insoportables con fines prácticos
No entienden que siempre van
Si algo aprendí de la peatonalidad
Es a no pensar mientras camino, solo mirar
Caminar, mirar, camirar, mover los pies,
Mirar otra vez
Y a no pedir perdón
No yo, pero no: yo no
Mismo tren diferente vagón por donde
ventanas intrusas el paisaje me ficha
Como si yo no supiera
Se ríe, mi belleza no es digna
Pero ella igual se mira al espejo porque
No sabe gustar
Y qué
Entre lo que puede decirse
Y lo que es
la vida
Muerte
Es la otra
La que no se enseña
pero sigue siendo la misma cosa
y el dolor
la práctica
muero por el dolor
aplico eso y más
Para mí
Y para vos que aún no te sé
Si sos parte del amor, no me importa
No me sirve
Solo siento
Y te siento como una resaca fulminante
Con toda la violencia de las 2 de la tarde
Sin aviso sin demoras sin
Pero no me dejes con la palabra en la boca
Liberala de mi cuerpo
Trabajala y hacela sudar
Que tiemble la oración en tu voz
Que sufra lo que no quiere decir
Porque lo dicho
dicho es
porque lo primero es el verbo
dicen
¿y la acción?
el Sujeto ante todo
enene
¿y la axión?
Retomo las palabras que dejé
en hold años luz atrás
Para olvidarlas mañana
Y nunca entender por qué las dije
Ni por qué no las diré jamás
Si mi carta no te llega mejor todavía
In the end
Nunca supe compartir secretos
Si besos, si manos
Calor y humedad
Que la vejez no me quite
Y los besos duraran para siempre
No me distraigas más
Ahora sí
Te dejo
allí
donde nunca mueren los besos
hasta que vuelvas a callar
y tu silencio supere cualquier palabra