algo inclasificable o una poesía viva

viernes, 16 de julio de 2010

El amor (2)

A veces sólo se necesita una palabra. Una palabra y nada más. Yo poseo miles y ninguna me sirve. Tantos diccionarios, literatura y enciclopedias para que ahora, cuando escribo, no me salga ni una.

De la vida busco la expresión, incoherente tal vez, que me detone por dentro. La siento, si. La palpo con la punta de la lengua, pero no se atreve a unirse conmigo.

Empecinándome, empiezo a empezar y puedo percibir tu voz, como de lejos. Me dice cosas. Decís palabras. Frases. No. Es una canción.

Nos regalaron un instante y lo desaprovechamos hablando. Nos dieron otra oportunidad y nunca supe qué pasó. Pero la felicidad es no darse cuenta. Escuché. Y no me preocupé.

-¿me seguís?-

-te sigo.-

me fui de vacaciones a tu boca una vez (siempre) y olvidé lo que iba a buscar.

Pero yo empecé hablando de otra cosa y terminé hablando de vos.

Es que te enredás. Ahí. Te camuflás de tinta..

Entonces entendí que el silencio también es hermoso.


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